La ejecución
Recordé, en uno de esos momentos, una historia que mamá me contaba a propósito de mi padre. Yo no llegué a conocerlo. Todo lo que sabía con alguna precisión sobr ese hombre era, ta vezz, lo que entonces me contaba mamá: había ido ver a ejecutar a un asesino. Había ido, sin embargo, y al regreso había vomitado buena parte de la mañana. Mi padre me causaba un poco de asco entones. Ahora comprendía, era tan natural. Cómo no había comprendido que nada era más importante que una ejecución capital, que era la única cosa veradeiramente interesante para un hombre!
(el país)